logo.png
Inolvidables canciones de Italia
380 cantantes y 2332 canciones traducidas al español
  • StupidiOrnella Vanoni
  • Canta: Ornella Vanoni
    Autores: P. Limiti - S. Shapiro - 1974
Aumentar caracteres Reducir caracteres

Error en la traducción? Sugerir corrección corrección

Original


Camminavo per strada
e in silenzio sentivo
alle spalle la gente
che piano diceva
come tu mi tradisci
e come io son
in casa sola.

Poi qualcuno, con tono
da inutile santo,
era molto spiacente
per me, e proprio tanto.
Che talento sublime
per fare del male
c'è nella gente!

Mio Dio,
che voglia
di girarmi e di gridare:
"Fate voi,
voi che cosa sapete
delle mie cadute,
dei disastri miei".

Stupidi!
Stupidi!
Non ne sapete niente,
niente voi.
Dov'è lui, cosa è lui,
voi non ci arriverete
proprio mai.

Amore mio,
amore mio,
vieni a dire qualcosa,
vieni a fare qualcosa,
a trovare qualcosa,
a ritrovare qualcosa
che era in noi.

Stupidi!
Che stupidi!
Quel che penso e che sento,
che ho bruciato e che sento,
che ho rubato e che ho speso,
queste cose la gente
non le sa mai.

Il telefono suona
da mille distanze,
strane amiche ed ancora
più strane alleanze.
Tutte vogliono dire
e non dire il problema
che c'è qui presente.

Ogni sguardo che incontro
nel bar sotto casa
è un incrocio di pena
e di tacita intesa,
e qualcuno poi scuote
la testa per dire:
"Capitolo chiuso".

Mio Dio,
che voglia
di girarmi e di gridare:
"Fate voi,
voi che cosa sapete
delle mie cadute,
dei disastri miei".

Stupidi!
Stupidi!
Non ne sapete niente,
niente voi.
Dov'è lui, cosa è lui,
voi non ci arriverete
proprio mai.

Amore mio,
amore mio,
vieni a fare qualcosa,
a salvare qualcosa,
vieni a dire qualcosa,
possiamo dire ogni cosa
se tu lo vuoi.

Stupidi!
Che stupidi!
Lui mi ha solo amato,
io si l'ho capíto
e l'ho anche lasciato.
Ecco quello che invece
non dirò mai.

Io si l'ho capíto
e l'ho anche lasciato.
Ecco quello che invece
non dirò mai!

Traducción

Enviar Enviar


Caminaba por la calle
y en silencio oía
detrás de mí a la gente
que en voz baja hablaban
como tú me traicionas
y como yo estoy
en casa sola.

Luego alguien, con tono
de inútil san,
lamentaba mucho
por mí, muchísimo.
¡Qué talento sublime
para hacer mal le
hay en la gente!

Mi Dios,
que gana
de girarme y de gritar:
"Hadas vosotros,
vosotros qué sabéis
mis caídas,
de mi desastres".

¡Estúpidos!
¡Estúpidos!
No sabéis nada,
nada vosotros.
Dónde es él, cosa es él,
vosotros no llegaréis
allí justo nunca.

Mi amor,
mi amor,
viene decir algo,
viene hacer algo,
encontrar algo,
hallar algo
que estaba en nosotros.

¡Estúpidos!
¡Qué estúpidos!
Aquellos que pienso y que siento
que he quemado y que siento,
que he robado y que he gastado,
estas cosas la gente
no las sabe nunca.

El teléfono toca
de mil distancias,
extrañas amigas y aún más
extrañas alianzas.
Todas quieren decir
y no decir el problema
que está aquí presente.

Cada mirada que encuentro
en el bar cerca de casa
es un cruce de pena
y tácito acuerdo
y alguien después sacude
la cabeza para decir:
"Capítulo cerrado."

Mi Dios,
que gana
de girarme y de gritar:
"Hadas vosotros,
vosotros qué sabéis
mis caídas,
de mi desastres".

¡Estúpidos!
¡Estúpidos!
No sabéis nada,
nada vosotros.
Dónde es él, cosa es él,
vosotros no llegaréis allí
justo nunca.

Mi amor,
mi amor,
viene hacer algo,
salvar algo,
viene decir algo,
podemos decir cada cosa
si tú lo quieres.

¡Estúpidos!
¡Qué estúpidos!
Él solamente me amó,
yo sí lo entendí
y también lo dejé.
He aquí lo que en cambio
no diré nunca.

Yo sí lo entendí
y también lo dejé.
¡He aquí lo que en cambio
no diré nunca!

Enviar Enviar

logo.png