Original
Una casetta in campagna,
un orticello, una vigna.
Qui chi vi nasce vi regna
non cerca e non sogna la grande cittá.
Un dolce suon di zampogna
che tanto batte nel cuore.
Se vuoi goder la vita
vieni quaggiú in campagna,
é tutta un’altra cosa
vedi il mondo color di rosa,
quest’aria deliziosa
non é l’aria della cittá.
Svegliati con il gallo,
specchiati nel ruscello,
bacia la tua compagna
che t’accompagna col somarello.
Ogni figliolo è un fiore nato sulla colina,
baciane una dozzina. Oh! Che felicitá.
Se vuoi goder la vita
torna al tuo paesello
ch’é assai piú bello della cittá.
Fasci lucenti di grano
sembra ogni falce un baleno,
tutto un sapore nostrano,
profumo di fieno di grappoli e fior.
E la sorgente pian piano
mormora un canto d’amore.
Se vuoi goder la vita
vieni quaggiú in campagna,
é tutta un’altra cosa
vedi il mondo color di rosa,
quest’aria deliziosa
non é l’aria della cittá.
Svegliati con il gallo,
specchiati nel ruscello,
bacia la tua compagna
che t’accompagna col somarello,
ogni figliolo è un fiore, nato sulla colina,
baciane una dozzina. Oh! Che felicitá.
Se vuoi goder la vita
torna al tuo paesello
ch’é assai piú bello della cittá.
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Traducción
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Una casita en el campo,
un huerta, una viña.
Quien nace aquí también reina
no busca y no sueña con la gran ciudad.
Un dulce sonido de gaita
que tanto golpea en el corazón.
Si quieres disfrutar la vida
vienes aquí en el campo,
es toda una otra cosa
ves el mundo color de rosa,
este aire delicioso
no es el aire de la ciudad.
Despiertas con el gallo,
reflejados en el arroyo,
besa a tu compañera
que te acompañas con el borrico.
Cada hijo es una flor nacida en la colina,
besas una docena de ellas. ¡Ay! Qué felicidad.
Si quieres disfrutar la vida
vuelve a tu patria
que es mucho más bonito de la ciudad.
Haces brillantes de trigo
parece cada hoz un relámpago,
todo un sabor lugareño,
perfume de heno de racimos y flores.
Y el naciente bajito
murmura un canto de amor.
Si quieres disfrutar la vida
vienes aquí en el campo,
es toda una otra cosa
ves el mundo color de rosa,
este aire delicioso
no es el aire de la ciudad.
Despiertas con el gallo,
reflejados en el arroyo,
besa a tu compañera
que te acompañas con el borrico.
Cada hijo es una flor nacida en la colina,
besas una docena de ellas. ¡Ay! Qué felicidad.
Si quieres disfrutar la vida
vuelve a tu patria
que es mucho más bonito de la ciudad.
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