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Inolvidables canciones italianas del pasado
379 cantantes y 2323 canciones traducidas al español
  • Rondinella pellegrinaStefano Palladini
  • Canta: Stefano Palladini
    Autores: T. Grossi - S. Palladini - 1834
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Original


Rondinella pellegrina,
che ti posi in sul verone
ricantando ogni mattina
quella flebile canzone,
che vuoi dirmi in tua favella,
pellegrina rondinella?

Solitaria nell'oblio,
dal tuo sposo abandonata,
piangi forse al pianto mio,
vedovetta sconsolata?
Piangi, piangi in tua favella,
pellegrina rondinella.

Pur di me, manco infelice,
tu alle penne almen t'affidi,
scorri il lago e la pendice,
empi l'aria de tuoi gridi,
tutto il giorno, in tua favella,
lui chiamando, oh rondinella.

Oh se anch'io! Ma lo contende
questa bassa, angusta volta,
dove sole non risplende,
dove l'aria ancor m'è tolta,
d'onde a te la mia favella
giunge appena, oh rondinella.

Il settembre innanzi viene
e a lasciarmi ti prepari,
tu vedrai lontane arene,
nuovi monti, nuovi mari
salutando in tua favella,
pellegrina rondinella.

Ed io tutte le mattine,
riaprendo gli occhi al pianto,
fra le nevi e fra le brine
crederò d'udir quel canto,
onde par che in tua favella
mi compianga, oh rondinella.

Traducción

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Golondrina peregrina,
que te posaste en sobre el balcón
cantando cada mañana
aquella canción llorosa,
¿que quieres decirme con tu habla,
peregrina golondrina?

Solitaria en el olvido,
de tu novio abandonada,
¿llora quizás por mi llanto,
viuda desconsolada?
Lloras, lloras en tu habla,
peregrina golondrina.

Diferente a mí, lisiado infeliz,
tú a las plumas al menos te entregas,
corres el lago y la ladera,
llenas el aire de tus voces,
todo el día, en tu habla,
él llamando, ay golondrina.

¡Ay si también yo! Pero lo contiende
este baja, bóveda estrecha,
dónde sol no resplandece,
dónde todavía el aire me es sacado,
donde a ti mi habla llega
en cuanto, ay golondrina.

Adelante el septiembre viene
y a dejarme te preparas,
tú verás lejanas arenas,
nuevos montes, nuevos mares
saludando en tu habla,
peregrina golondrina.

Y yo todas las mañanas,
reabriendo los ojos al llanto,
entre las nieves y entre las escarchas
creeré de oír aquel canto,
de donde parece que en tu habla
me compadeces, ay golondrina.

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