Original
C'eravamo tanto amati
per un anno e forse più,
c'eravamo poi lasciati
non ricordo come fu.
Ma una sera c'incontrammo
per fatal combinazion,
perchè insieme riparammo,
per la pioggia, in un porton.
Elegante nel suo velo,
con un bianco cappellin,
dolci gli occhi suoi di cielo,
sempre mesto il suo visin.
Ed io pensavo ad un sogno lontano,
a una stanzetta d'un ultimo piano,
quando d'inverno al mio cuor si stringeva.
Come pioveva, come pioveva!
"Come stai?" le chiesi a un tratto.
"Bene, grazie", disse, "e tu?".
"Non c'e' male" e poi distratto:
"Guarda che acqua viene giù!".
"Che m'importa se mi bagno,
tanto a casa debbo andar".
"Ho l'ombrello, t'accompagno".
"Grazie, non ti disturbar".
Passa a tempo una vettura,
io la chiamo, lei fa: "no",
dico: "Via, senza paura,
su montiamo", e lei montò.
Così pian piano io le presi la mano
mentre il pensiero vagava lontano,
quando d'inverno al mio cuor si stringeva.
Come pioveva, come pioveva!
Ma il ricordo del passato
fu per lei il più gran dolor,
perchè al mondo aveva dato
la bellezza ed il candor.
Così quando al suo portone
un sorriso mi abbozzò,
nei begli occhi di passione
una lagrima spuntò.
Io non l'ho più riveduta,
se è felice chi lo sa!
Ma se è ricca, o se è perduta,
ella ognor rimpiangerà:
Quando una sera in un sogno lontano
nella vettura io le presi la mano,
quando salvare ella ancor si poteva!
Come pioveva...così piangeva!
|
Traducción
Enviar

Nos habíamos amado tanto
durante un año y quizás más,
después nos dejamos
no recuerdo como fue.
Pero una noche nos encontramos
por una fatal combinación,
porque junto nos abrigamos,
por la lluvia, en un porton.
Elegante con su velo,
con un blanco sombrerito,
su ojos ?dulces color de cielo,
siempre triste su rostro.
Y yo pensaba en un sueño lejano,
en un cuartito de un último piso,
cuando en invierno en mi corazón se agarraba.
¡Como llovía, como llovía!
"¿Cómo estás?" las pregunté de improviso.
"¿Bien, gracias", dijo, "y tú?".
"Más o menos" y luego distraído:
"¡Mira que agua está cayendo!".
"No me importa si me mojo,
ya que tengo que ir a casa".
"Tengo el paraguas, te acompaño."
"Gracias, no te molestes."
Pasa a tiempo un taxi,
yo lo llamo, ella hace: "no",
digo: "Ven, sin miedo,
vamos a entrar", y ella entró.
Así suavemente yo le tomé la mano
mientras el pensamiento vagaba lejano,
cuando en invierno en mi corazón se agarraba.
¡Como llovía, como llovía!
Pero el recuerdo del pasado
fue para ella el más gran dolor,
porque al mundo ella había dado
la belleza y el candor.
Así que cuando en su portón
una sonrisa me esbozó,
en los bonitos ojos de pasión
una lágrima brotó.
¡Yo nunca más volví a verla,
si es feliz quién lo sabe!
Pero si es rica, o si ella está perdida
ella siempre añorará:
¡Cuando una noche en un sueño lejano
en el taxi yo le tomé la mano,
cuando todavía salvarse aún podía!
¡Como llovía, ... así lloraba!
Enviar
 |